martes, 13 de agosto de 2013
martes, 6 de agosto de 2013
Actos de Habla: ¿Qué son?
Se
entiende por acto de habla la unidad básica de la comunicación lingüística,
propia del ámbito de la pragmática, con la que se realiza una acción (orden,
petición, aserción, promesa...).
Esta
forma de concebir el lenguaje parte del filósofo británico J. L. Austin, quien
en la década de los 40 expuso en sus clases sus investigaciones pragmáticas en
torno a la lengua, recogidas luego en su obra póstuma de 1962. El término fue
acuñado posteriormente por un discípulo suyo, el filósofo J. Searle, quien
perfeccionó y consolidó dicha teoría.
Según
Austin, al producir un acto de habla, se activan simultáneamente tres
dimensiones:
- Un acto locutivo (el acto físico de emitir el enunciado, como decir, pronunciar, etc.). Este acto es, en sí mismo, una actividad compleja, que comprende, a su vez, tres tipos de actos diferentes:
* acto fático: el acto de emitir
palabras en una secuencia gramatical estructurada;
* acto rético: el acto de emitir las
secuencias gramaticales con un sentido determinado.
- Un acto ilocutivo o intención (la realización de una función comunicativa, como afirmar, prometer, etc.)
- Un acto perlocutivo o efecto (la (re)acción que provoca dicha emisión en el interlocutor, como convencer, interesar, calmar, etc.)
De
este modo, al emitir un enunciado como [te prometo que lo haré] estamos, por un
lado, diciendo algo (acto locutivo); prometiendo una acción (acto ilocutivo) y
provocando un efecto (convencer de la promesa al interlocutor).
Según
esta teoría, los enunciados sirven no sólo para expresar proposiciones con las
que describir, constatar, en suma, decir algo, sino también para realizar
acciones lingüísticas muy diversas en contexto, por ejemplo, dar una orden o
hacer una promesa. La realización de tales actos está sujeta a un conjunto de
reglas convencionales, cuya infracción afectará directamente a los efectos
comunicativos del acto. Searle propuso una tipología de dichas condiciones;
éstas se refieren a las circunstancias y al papel de los participantes del acto
de habla, a sus intenciones así como a los efectos que pretenden provocar. Son
las llamadas condiciones de felicidad. Así, por ejemplo, para prometer algo a
alguien, hay que ser sincero, dirigirse a un destinatario interesado en la
realización de esta promesa, no prometer algo imposible de cumplir o cuyo
cumplimiento, por el contrario, resulta evidente, etc.
Searle
agrupa los actos de habla en cinco categorías: los actos de habla asertivos dicen
algo acerca de la realidad: [el teatro estaba lleno]; los directivos pretenden
influir en la conducta del interlocutor: [no te olvides de cerrar con llave];
los compromisivos condicionan la ulterior conducta del hablante: [si tengo
tiempo pasaré a saludarte]; en los expresivos el hablante manifiesta sus
sentimientos o sus actitudes: [lo siento mucho, no quería molestarle] y los
declarativos modifican la realidad [queda rescindido este contrato].
En
una primera versión de su teoría, Searle establece una relación directa entre
la forma lingüística de una expresión y la fuerza ilocutiva del acto de habla
que se realiza al emitirla (siempre que ello se dé en las condiciones
apropiadas); así, por ejemplo, con un imperativo se estaría dando órdenes, y
con una interrogativa, solicitando información. Posteriormente, observa que en
muchas ocasiones se da una discrepancia entre la forma lingüística y la fuerza
ilocutiva: con una pregunta puede estar haciéndose una sugerencia, o dando un
mandato. Ello lo lleva a establecer el concepto de acto de habla indirecto,
para referirse a los casos en que el significado literal no coincide con la
fuerza ilocutiva o intención, como ocurre ante un enunciado del tipo [¿puedes
cerrar la ventana?], donde bajo la pregunta se esconde una intención de
petición. Si se respondiera literalmente a este enunciado, la respuesta podría
ser un [sí, puedo]. En cambio, al formularla, lo que esperamos es que el
interlocutor cierre la ventana.
En
la didáctica de las lenguas la teoría de los actos de habla ha servido de base
para las propuestas de enseñanza comunicativa. Los programas nociofuncionales
elaborados en esta metodología se construyen sobre las nociones y las
funciones, conceptos que se inspiran en los actos de habla.
Bibliografía
básica
Bertuccelli, M. (1993). Qué es la
pragmática. Barcelona: Paidós, 1995.
Escandell Vidal, M.ª V. (1996). Introducción
a la pragmática. Barcelona: Ariel Lingüística.
Slagter, P. (1979). Un Nivel Umbral.
Estrasburgo: Consejo de Europa.
Bibliografía
especializada
Austin, J. L. (1962). Cómo hacer cosas con
palabras. Barcelona: Paidós.
Blum-Kulka, S. (1999). «Pragmática del
discurso». En Van Dijk, T. A. El discurso como interacción social, vol. 2,
Barcelona: Gedisa, pp. 67-100.
Kasper, G. y Blum-Kulka, S. (comps.)
(1993). Interlanguage Pragmatics. Nueva York: Oxford University Press.
Searle, John (1969). Actos de habla.
Madrid: Cátedra, 1980.
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